Avances en el reconocimiento de los trayectos formativos integrales

El Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación reglamentó en 2017 para el sistema universitario nacional el Suplemento al título. En el marco de su autonomía, cada institución  tiene la opción de decidir incorporar información que sirva de SUPLEMENTO AL TÍTULO UNIVERSITARIO de las carreras de pregrado y grado, la que deberá ser incorporada en el certificado analítico.  

La resolución del Ministerio se fundamenta en que el ni el anaítico ni el diploma reflejan la trayectoria real del graduado, ya que simplemente refieren a los contenidos obligatorios del plan de estudios. En ese sentido, el nuevo instrumento pretende incorporar la información de “las prácticas y aprendizajes que el graduado haya podido aprehender mediante el desarrollo de actividades relacionadas con las funciones de docencia, investigación, extensión universitaria o transferencia tecnológica” y todo aquello que la institución considere pertinente.

¿Cuál es el objetivo de dar reconocimiento oficial a esas prácticas y aprendizajes por fuera de la currícula obligatoria? El argumento central en ese sentido sostiene la importancia de esta información para hacer un perfil completo y concreto del graduado para que pueda ser utilizado en el mercado laboral o en la admisión para concursos, becas y estudios de posgrado.

Cabe señalar que el suplemento al título se realiza estrictamente en el marco de la pertenencia institucional del estudiante a una casa de estudios, es decir que no contempla las actividades que siendo oficiales, pertenezcan a la oferta de otra institución. En este sentido la autonomía universitaria determinará en cada caso los criterios que considere valederos para la implementación del suplemento al título. Por el momento no está contemplada la posibilidad de una interinstitucionalidad atendiendo a que programas como el Sistema Nacional de Reconocimiento Académicoconocido también como Reconocimiento de Trayectos Formativos (RTF)- en la educación superior fomentan la posibilidad de movilidad estudiantil en el sistema nacional. Quedará entonces el interrogante frente a los desafíos de trayectos más flexibles.

La elaboración de un perfil de graduado más completo a través del suplemento facilita, según la reglamentación, “la comparabilidad de las diversas titulaciones y su reconocimiento académico y profesional”.

Sin dudas la reglamentación es un avance en la certificación de saberes y prácticas formativas, no obstante desde Nueva Educación planteamos algunos interrogantes al situarnos en una perspectiva de más largo plazo y mayor alcance en un sistema con enorme potencial de transformación. ¿Cómo se conjuga la lógica de certificación institucional con la movilidad estudiantil? ¿Es posible establecer un Suplemento al analítico parcial a obtenerse durante la cursada de la carrera? ¿Se podrían incluir certificaciones de instancias no universitarias compatibles y complementarias con la formación oficial?

A partir de estos interrogantes, desde Nueva Educación hemos trabajado en la propuesta de un instrumento centrado en el estudiante que permita el registro y validación de su trayecto formativo en forma integral y transversal al sistema educativo formal y no formal. Denominamos a este instrumento Pasaporte académico y con él referimos a un registro que actúe como un “Curriculum Vitae de cada individuo, superando las barreras de un sistema educativo formal atomizado, y posibilite la libre circulación entre sistemascomo señala el Lic. Federico del Carpio reflexionando sobre los aportes del Dr. Taquini sobre la acreditación.

Si bien los sistemas de información para llevar adelante este tipo de instrumentos aún no se encuentran debidamente implementados, como sostiene el Lic. del Carpio “el principal reto en la emisión de los certificados no se encuentra en la tecnología, sino en la necesidad de estándares de certificación que convalide lo actuado en un lugar u otro, es decir, en lo que el Dr. Taquini propugna hace rato: un sistema de créditos estandarizados de alcance mundial”.

Sin duda la iniciativa del ministerio representa un avance en el sentido de dotar de herramientas a los estudiantes para su formación y empleabilidad, pero quedan aún pendientes los instrumentos para que la movilidad internacional e interinstitucional sea más dinámica.

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Paula Farinati

Equipo de Nueva Educación